Para puertas de interior podrás encontrar una gran variedad de soluciones con multitud de tipos de aperturas, composición y diseños.
1. Según el tipo de apertura
La elección de un sistema de apertura u otro dependerá, en gran medida, del uso que quieras darle y del espacio disponible de la vivienda. Dentro de los diferentes tipos de aperturas puedes encontrar abatible, correderas, empotradas o sobrepuestas y plegables.
- Abatibles. Es el tipo de puerta más común que puedes encontrar. Pueden ser de una o doble hoja. Por regla general, el hueco de la puerta del salón es más grande que el resto de las estancias de la vivienda, por lo que optar por una puerta doble sería una opción acertada. Puedes elegir entre: una puerta de doble hoja, mismo tamaño, o por una solución con una parte fija y otra móvil, fijo + puerta. Pueden tener distintos materiales, como por ejemplo las puertas abatibles de cristal, aunque las más comunes suelen ser de madera o lacadas en blanco.
- Puertas de interior de madera
- Puertas lacadas blancas
- Correderas. Son una buena alternativa a las puertas abatibles sí lo que quieres es ganar unos centímetros, ya que no ocupan espacio al abrirse.
▸ Correderas empotradas. Este tipo de apertura queda integrada perfectamente en la pared. Requieren de obra, puesto que la hoja se empotra dentro de un “casoneto” o entre las placas de cartón yeso. Esta estructura se puede forrar con placas de cartón yeso, de azulejo e incluso de yeso únicamente.
- Puertas correderas
▸ Correderas sobrepuestas. No es necesario hacer obra. Estas puertas quedan suspendidas de una guía fijada en la parte superior de la pared. Su instalación es muy sencilla, pues no obliga a cambiar el cableado eléctrico ni los interruptores.
- Plegables. Si lo que quieres es ganar unos centímetros a la estancia pero no te decantas por una apertura corredera, las puertas plegables son la opción acertada. No necesitas espacio para el giro, ni tampoco hay que hacer obra al instalarlas. Estas puertas optimizan el espacio y se pueden hacer más anchas de manera sencilla: tan solo es necesario añadir lamas a la puerta.
- Puertas plegables
2. Según la composición
- Puertas huecas. Las puertas huecas tienen su interior fabricado de panel de nido de abeja. Destacan por su ligereza, aunque al no ser macizas hace que su robustez y su aislamiento térmico y acústico sea menor. Todas ellas están recubiertas por una chapa de madera de entre 3 y 5 mm y están rodeadas de un bastidor de madera, listón.
- Puertas macizas. Las puertas macizas, por el contrario, están compuestas de aglomerado o MDF lo que le ofrecen una mayor robustez y un alto nivel de aislamiento. En algunos casos puedes encontrar tableros “tubular”, es decir, en el grosor del tablero se trazan unos orificios redondos que atraviesan toda la puerta. De esta manera reduces considerablemente el peso de la hoja sin disminuir la calidad.
3. Según el diseño
El diseño de los tipos de puertas hace referencia, principalmente, al acabado exterior que tendrá tu puerta. La elección dependerá de tus gustos, de las prestaciones, del estilo decorativo y de tu presupuesto. Los diseños podrán ser lisos, con molduras, con vidriera, ciegas o con algún dibujo fresado en la madera. Los diferentes tipos de puertas que existen son: pintadas, sintéticas, de chapa de madera, lacadas y de cristal.